lunes, 26 de mayo de 2014

Un desatoro con inundación tras una mudanza



Esta misma mañana me acordé de la historia de la inundación que viví hace un par de años. Yo me mudé a esta ciudad en el 2012. Gracias a la empresa de mudanzas con la que contraté, pude trasladar mis incontables pertenencias en un par de días, y en menos de una semana, ya me había instalado de forma definitiva. La verdad es que es mucha la diferencia entre contratar a unos buenos profesionales de mudanzas que hacerlo con cualquier empresa que vete tú a saber quienes son. Sólo el transporte de mis dos pianos de cola, piezas únicas en el mundo y que se fabricaron el siglo pasado, ya era algo muy delicado.

El servicio que me prestó la empresa de mudanzas fue inmejorable, porque cualquiera que no hubiera contado con semejante nivel de profesionalidad, jamás habría logrado subir, sin romperlos, esos dos pianos a un décimo piso e introducirlos con cuerdas y poleas por la terraza de la vivienda... Y ni un arañazo. Parece imposible. Y volviendo a lo que iba, os decía que esta mañana recordé la anécdota de la inundación tras la mudanza a mi nuevo hogar. Y la he rememorado porque Luisa, la mujer de mi jefe, me ha llamado para preguntarme -aún le sonaba la historia que viví yo hace dos años- si yo conocía alguna empresa de desatoros que fuera de confianza y buenos profesionales.

 Por supuesto que le recomendé al Rey de los desatoros, porque en aquella ocasión me salvaron de un buen apuro. Al segundo día de estar viviendo en mi nueva casa, volví a las 10 de la noche después del trabajo y al aproximarme al bloque pude observar como una catarata bajaba desde mi terraza hasta la calle. Una llave de paso de la cocina que estaba en mal estado había saltado literalmente de la pared, y hacía media hora (menos mal que no llevaba mucho rato) que el agua salía sin control por la casa, con la fuerza de una manguera de alta presión. Los vecinos y el presidente del bloque no habían podido hacer nada, pues nadie tenía llave de mi casa aparte de yo mismo. Y la policía acababa de llegar y estaban intentando localizarme.

Fue entonces cuando el presidente me dijo que llamara a la empresa de desatoros que lleva el mantenimiento de la Comunidad. Como tenían un servicio de 24 horas, aparecieron casi de inmediato, procedieron con increible destreza y agilidad, a cerrar la llave de paso rota, y luego bombearon toda el agua acumulada en las habitaciones de mi casa. Incluso me dejaron el suelo fregado... Desde entonces, siempre que alguien me pregunta, los recomiendo a ellos, porque me parecieron muy eficaces y muy profesionales.

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