lunes, 14 de abril de 2014

¿Cuando se debería mudar una empresa?



Hay algunas empresas que son como el libro de la taberna errante que leí hace tiempo, mientras que otras se anclan a una ubicación y no hay forma que de allí se muevan ya podría unirse Roma con Santiago como decía el patrón. Alegan para no moverse de sitio, que los clientes ya saben donde están y van ahí a buscarlos.

Son empresas que cuando se les queda pequeño el sitio donde están, dejan ahí parte de la dirección y del departamento o negociado de ventas, y abren una delegación en otro sitio, pero sin cerrar bajo ningún concepto el domicilio social original, aquél donde comenzaron su actividad empresarial. No van muy descaminados, aunque yo vea mucho más efectivo y eficaz un traslado completo a las nuevas intalaciones como el que hizo hace tiempo la empresa Signo Editores, ya que obviamente es mucho mejor para el correcto funcionamiento interno de la empresa el tenerlo todo en el mismo sitio, en lugar de andar perdiendo el tiempo en desplazamientos inútiles entre varias sedes.

¿Y cómo organizarla? Pues lo ideal es hacer una planificación previa por departamentos donde cada cual traslade lo suyo y se complementen los viajes con algo que sea común a todos los departamentos, como pueda ser el archivo o el almacén. Así, cada departamento se organiza independientemente de los demás, y lo deja todo a su gusto, minimizando sobremanera el tiempo invertido en el traslado. Y ya si se pudiera hacer todo en un fin de semana sería lo ideal, por más que siempre queden algunos flecos por resolver.

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