Parece mentira lo útiles que resultan los móviles a la hora de hacer una mudanza. Bueno, no sólo en una mudanza. La vida probablemente no sería lo mismo, si de un día para otro, los teléfonos móviles dejaran de funcionar, tal es nuestra dependencia ahora mismo de los teléfonos móviles.

En una mudanza, es desde luego donde se nota un montón el avance que ha supuesto. Desde las primeras estimaciones iniciales de la carga, el personal y el tiempo que va a ser necesario, hasta el cálculo de las mejores rutas, así como para hacer fotos de los bultos antes de su manipulación, y después de su entrega en el lugar de destino, para ver si han sufrido algún deterioro o menoscabo durante el traslado.

 También y como nota curiosa cada vez que se hace una mudanza, tras la misma aparecen varios teléfonos móviles ya en desuso y cuyos propietarios no saben qué hacer con ellos, como por ejemplo vender los móviles por internet, a empresas especializadas que le dan una nueva vida como piezas caso que no enciendan o estén estropeados, o si funcionan, para su exportación a países en vías de desarrollo, donde sus habitantes no puedan correr con el desembolso del precio de los nuevos móviles a la última en todo.

Volviendo a la tema de la mudanza, la coodinación entre todos los intervinientes en una mudanza, sería hoy mucho más lenta, difícil y cara, si no contáramos con los teléfonos móviles que queramos o no, se han convertido en nuestros aliados para cada vez más tareas, facilitándonos la vida hasta cotas impensables hace apenas unos pocos años. Y es que los móviles, adelantan una barbaridad (parafraseando a mi abuela, que por cierto era enemiga acérrima de las mudanzas).